Escrito por Milagros Gonzales

Diariamente consumimos y utilizamos cientos de productos, compramos cosas nuevas y desechamos algunas otras. Estamos expuestos a cada minuto a publicidad con millones de ofertas, en diferentes medios, sea TV, radio, digital o la calle en sí, cada una buscando que compres cada vez más: Oferta 2×1, ahora o nunca, 25% de descuento en el segundo producto o prenda, etc. Sin embargo, alguna vez te has detenido a pensar en el impacto que cada uno de estos productos tienen sobre nuestro planeta? Yo no lo pensaba.

Nos hemos vuelto una sociedad consumista, que poco a poco está destruyendo el planeta y la vida que hay en él, aún encontramos muy lejana la relación de nuestras acciones con lo que pasa en el planeta, cuando en realidad la relación es cada vez mas cercana y evidente.

Hace un año, vi un video de una ballena varada en cierto lugar del planeta, que cuando la abrieron, su estómago contenía tanto plástico, que probablemente haya sido la causa de su muerte, o el de la tortuga, a quien le sacaron una cañita por la nariz. Hace dos días, vi una nueva agua que se vendía en Europa, la sacan de los glaciares de la Antártida, de hecho la empresa provoca el deshielamiento, sólo para darte agua de “primera clase”. Absurdo no?

Pero apuesto que muchos no estamos familiarizados con lo que pasa con los orangutanes que viven en bosques de palma aceitera, y que sufren quemaduras y muertes a causa de la deforestación y quema de esta planta para sacar un chocolate que todos aman: la Nutella. Y sin ir muy lejos, qué pasa con los muebles que compramos de madera de caoba y que probablemente han sido talados de manera ilegal de nuestra Amazonía, sólo para que puedas tener un mueble de excelente calidad.

Nuestras acciones generan un impacto mucho más cercano de lo que creemos, sin embargo, no nos damos cuenta, porque no somos capaces de investigar y tener información sobre cada cosa que adquirimos, esto sería muy trabajoso y por eso vamos por lo sencillo, compramos. Señalamos malas acciones de otras personas y empresas, pero no somos capaces de evaluarnos a nosotros mismos, total, sabemos que reciclamos un poco y eso está bien. Esto NO ES SUFICIENTE y nos estamos cargando al planeta y todo lo que hay en él, no pensamos en el futuro y lo que vamos a dejar a la generación que recién está naciendo.

Pero aún estamos a tiempo, así que hoy es un buen día para empezar el cambio. Comencemos a preguntarnos más acerca de lo que consumimos y compramos, reduzcamos el uso de plástico y reciclemos!! Empecemos por lo más sencillo, información. Busquemos información sobre la producción, el impacto (social y ambiental) de los productos que estamos comprando, busquemos productos con certificaciones que aseguren un correcto proceso, compremos productos orgánicos y compartamos el conocimiento, ayudemos a que más gente sea consciente de esto. ¡SI podemos ser el cambio! Y te aseguro, esto no es fácil, NO ES NADA FÁCIL, pero VALE LA PENA!!!

Vale la pena pasar a la historia como una generación que no sólo explotó al planeta hasta llevarlo al límite, sino que reaccionó y presionó para que esto mejorará, siendo más conscientes con otros seres del planeta, respetando la vida, dejando algo para el futuro.

Somos pocos, pero nuestras acciones son gigantes. Queremos ser muchos y que nuestras acciones SEAN MÁS GIGANTES. Seamos parte de los que vamos a decir ¡YO CAMBIÉ EL MUNDO Y ESTA MEJOR! Nosotros podemos, no esperemos acciones del gobierno o empresas, porque la fortaleza la tiene siempre el consumidor, las decisiones las tomamos nosotros y debemos aprovecharlo. El mercado ha empezado a cambiar, cambiemos con él.

¡Feliz día del consumidor responsable y bienvenidos!