Escrito por Ximena Gómez
Cuando dejé de comer arroz, la mayoría (todos) pensó que se trataba de mi primera dieta. La verdad era que me había enterado de su huella hídrica (mayor a mil litros por kilgramo), su modo de riego (inundación), y el impacto que tenía esto en el ambiente (sembrado principalmente en zonas áridas, desérticas). Mis motivaciones estaban lejos de estar relacionadas a mi salud. Pero sí, era verdad que las personas sanas y ambientalistas tenemos más cosas en común de lo que pensábamos.
Por un lado, tenemos a los que corren y hacen deporte todos los días, buscan mejorar su dieta y evitan los compuestos químicos en las cosas que compran. Son mis amigos, los saludables. Todavía no me incluiría en este grupo, pero los admiro. Por otro lado, tenemos a los que estamos pensando en reciclar, en no desperdiciar el agua ni la luz, en generar pocos residuos. Estos somos nosotros, los verdes, en términos prácticos.
Lo que estos grupos muchas veces no tienen presente es que hay hábitos saludables que contribuyen con el cuidado del planeta, y que tener una buena relación con tu entorno de hecho puede ayudarte a tener una vida más sana. ¿No me crees? Acá te pongo tres ejemplos de estos hábitos de aporte doble:
- Hacer deporte como medio de transporte sostenible: Creo que la mayoría de nosotros coincidimos con que el tráfico de Lima metropolitana es insufrible. Se puede decir que nuestra frustración con el transporte urbano nos une… (esta soy yo esforzándome por ver el lado positivo). Si tú eres de los que no necesita cruzar Lima para llegar a su destino diario: ¡aprovecha! Utiliza un medio de transporte no motorizado, como la bicicleta o la caminata. Estarás haciéndole un favor a todos. En primer lugar, a ti mismo: Haces ejercicio, reduces tu sedentarismo y bajas tus niveles de stress. Contribuirás con los demás que no tienen mucha opción de escoger transporte público o privado dada la distancia que recorren, reduciendo la densidad en las vías. Y por supuesto, estarás cuidando el ambiente al no contribuir con la generación de contaminantes atmosféricos, típicos del parque automotor. Mientras que una persona movilizándose en auto puede generar más de 200 gramos de dióxido de carbono cada 100 kilómetros que recorre el transporte no motorizado genera cero, sin importar la distancia recorrida.
- Comer sano es comer alimentos de bajo impacto ambiental: Qué rica es la comida rápida… ¡y cómo engorda! La obesidad y el sobrepeso son algunos de las mayores consecuencias que ha traído los alimentos fritos e instantáneos, por las grasas y procesamientos que requieren. Muy por el contrario un mayor consumo de frutas y verduras reduce el riesgo de enfermedades crónicas graves. Si esto te parece bueno, te va encantar saber que estos mismos alimentos son los que generan menor impacto en el ambiente durante su producción en términos de consumo de agua. Por ejemplo, mientras que un kilogramo de palta puede tener una huella hídrica de 700 litros de agua, la misma cantidad de carne vacuna puede superar los 15 mil litros.
- Menos exposición a químicos para ti, y menos contaminantes para tu entorno: Productos muy procesados como por ejemplo envases de plástico, alfombras con anti-retardante, entre otros. Estos productos pueden requerir aditivos químicos los cuales podrían destinarse a las aguas residuales al terminar el proceso. En la salud, estos aditivos industriales te exponen a reacciones químicas en el largo plazo. Asimismo, los alimentos procesados tienen alto contenido de sal, grasa y azúcar, compuestos que en exceso generan un impacto negativo en tu salud.
¿Lo ves? Sí, tus acciones pueden tener un impacto 360. Si eres de mi grupo, el de los verdes, ya no cuidas el ambiente solo por amor a la naturaleza, también nos hace bien a la salud. Si eres el de los hábitos saludables, ahora sabes que además estás ayudando al planeta.
Y si aún no te identificas con ninguno, ¿qué esperas? Hábitos que pueden parecer simples como estos, podrían cambiar tu vida y contribuir con el cuidado del mundo. ¡No hay pierde!
¿Qué otros puntos de encuentro identificas tú entre la salud humana y la del planeta?
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